martes, 20 de marzo de 2012

Breve comentario acerca del Museo Memoria y Tolerancia.



Existen un sin fin de justificaciones para desarrollar un museo tan magnífico como éste para hacernos recordar de lo que el ser humano es capaz tanto en lo bueno como en lo malo, cabe señalar que está muy enfocado al Holocausto nazi y que la sala de la tolerancia se ve sobrepasada por los trágicos e inverosímiles sucesos de nuestra historia; esto que expreso es con el ánimo de que exista un mayor desarrollo de lo bueno del ser humano que sin duda alguna existe.

Dentro de lo que es la historia del mundo hemos visto como el conocimiento en malas manos puede llegar a hacer un daño irreparable en la conciencia humana.

Bien se establece en las salas del Holocausto nazi “Un prejuicio arraigado llevó a la discriminación la discriminación a la persecución la persecución al exterminio”

Sin embargo tenemos grandes pensadores como Voltaire que nos dejo como legado esta frase: “Estoy en desacuerdo con tus ideas, pero daría gustoso mi vida por defender tu derecho a expresarlas”.

Es difícil imaginar los alcances que tiene la mente humana tanto para lo bueno, como para lo malo, la deshumanización que se desarrolla en Alemania hacia los judíos estaba fundada en quitarles el control económico de cuanto tenían, pero excedieron sus propios limites, pues si bien la razón esta en contra del abuso, también el sometimiento y la intolerancia hacia las voluntades está fuera de lo ético y lo bueno.

A mi mente surge el recuerdo de la frase del sabio Sócrates que dice: “Quien sabe lo que es bueno, también lo practica; ningún sabio yerra; la maldad sólo proviene de la ignorancia, y puesto que la virtud reposa en el saber, puede enseñarse”; es así como llegamos a la conclusión de que todo esfuerzo que se haga para enseñar a cuantas más personas se pueda de lo que es bueno estaremos caminando por la mejor senda que nos otorga el conocimiento.

Bien lo dice Manero “La tolerancia es la única religión del sabio” por lo que podemos decir que sabemos, hasta donde nos alcanza la comprensión que, en nuestras manos está la decisión de actuar de buena o mala manera ante cada instante en nuestra vida, y debemos desarrollar la conciencia a un punto en el cual no exista duda alguna en nuestros corazones de elegir siempre le camino de lo recto, lo ético, lo probo, lo bueno, a decir en una sola palabra la verdad misma.


Un escrito a la entrada de la sala de la tolerancia nos expresa de forma clara:


Tolerancia

Consiste en el respeto, la aceptación y el aprecio de la diversidad: la sustentan el conocimiento, la actitud de apertura, la comunicación y la libertad de pensamiento de conciencia y de religión.


La tolerancia es la virtud que hace posible la paz, contribuye a sustituir la cultura de guerra por la cultura de paz.


Albert Einstein dijo: "¡Triste época la nuestra! es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio", una frase corta pero con un profundo sentir y una gran lección para los que estamos construyendo el día a día, a mi me hace reflexionar.


Platon ya en aquellos años nos ponía un saber en nuestras manos aplicables a todo tiempo; "Buscando el bien de nuestros semejantes encontraremos el nuestro", como no darle credito de tan magnificas palabras, y procurar poner en practica dicha filosofía pues según mi punto de vista, viviríamos en un mejor lugar.

Me gustaría concluir este trabajo con una frase del libro blanco:

“Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres” Juan 8:32

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