Siempre he considerado la ética una pieza fundamental del saber humano, pues ella nos ayuda a desentrañar la verdadera naturaleza de nuestras conductas, ya sean buenas o malas, por eso tengo a bien compartir con ustedes el Decálogo del abogado, escrito por el Maestro Eduardo J. Couture:
"I. Estudia
El derecho se transforma constantemente. si no sigues sus pasos serás cada día un poco menos abogado.
II. Piensa
El derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando.
III. Trabaja
La abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la justicia.
IV. Lucha
Tu deber es luchar por el derecho pero el día en que encuentras en conflicto el derecho con la justicia, lucha por la justicia.
V. Sé leal
Leal para con tu cliente, al que no debes abandonar hasta que comprendas que es indigno de ti. Leal para con el adversario, aún cuando él sea desleal contigo. Leal con el juez, que ignora los hechos y debe confiar en lo que tú le dices y que, en cuanto al derecho, alguna que otra vez debe confiar en el que tú le invocas.
VI. Tolera
Tolera la verdad ajena en la misma medida en que quieres que sea tolerada la tuya.
VII. Ten paciencia
El tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su colaboración.
VIII. Ten fe
Ten fe en el derecho como el mejor instrumento para la convivencia humana; en la justicia como destino normal del derecho; en la paz como sustitutivo bondadoso de la justicia y, sobre todo, ten fe en la libertad, sin la cual no hay derecho ni justicia ni paz.
IX. Olvida
La abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada batalla fueres cargando tu alma de rencor llegará un día en que la vida será imposible para ti. Concluido el combate olvida tan pronto tu victoria como tu derrota.
X. Ama tu profesión
Trata de considerar la abogacía de tal manera que, el día en que tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres un honor para ti proponerle que se haga abogado."(1)
(1) J. Couture, Eduardo, Los mandamientos del abogado, Porrúa, México, 2007, pp. 5 y 6.
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